viernes, 21 de mayo de 2010

..Para todas aquellas personas que escriben... 20/05/2010*

Allí estaba de nuevo. Y esta vez notaba que era diferente, más grande. No la podía dejar marchar, la tenía que agarrar con fuerza, no la podía dejar ir, lo tenía claro.
Sentada en mi habitación, observaba a través de mi ventana,  miraba más allá de donde mi vista podía llegar.
Cogí un bolígrafo y mientras comenzaba con la primera letra, supe que ésta iba a ser mi mejor historia. Quizás hablaría de hadas, de  ríos, de cuentos, de príncipes, de guerras…no lo sabía, pero confiaba en que sería la que más orgullosa estaría.
Ella decidió marcharse, no la había conseguido retener. Lo había intentado, de la mejor forma que sabía, y sin embargo, ella como muchas otras veces había aparecido y se había ido, sin mirar atrás.
Y allí me quedé, intentando por todos los medios que decidiera regresar a mí. No me podía abandonar ahora.
Ahora que había puesto tanta ilusión, ahora que había buscado un sitio idóneo, ahora que estaba preparada, ahora…ahora se había ido y parecía que no quería regresar.
Un día cualquiera, mientras empujaba mi carrito de la compra por uno de los pasillos, la vi aparecer entre el chocolate. ¿De verdad era ella?
¿Tenía que aprovecharme? o ¿esperar que me volviera a cruzar con ella, en otro momento más especial, cuando estuviera todo listo?
Decidí que no, no ese momento no era el adecuado. Así que simplemente cogí algo de aquel dulce y me fui. Esperando que otro día cualquiera el destino me volviera a poner en frente de ella.
Pasaron las semanas y ella no se digno a aparecer, me empezaba a inquietar, nunca había tardado tanto. Quizás estaba confundida por no haberle hecho caso aquella mañana.
Intentaba llamarla de todas las formas que suponía que podían existir, ponía música adecuada, paseaba por los paisajes más hermosos, más inquietantes, más oscuros, más solitarios, con multitud, pero nada. No daba con ella.
Comenzaba a pensar que ya nunca volvería, que nunca más estaría junto a mí, acompañándome por las mañanas, tardes, noches…haciéndome disfrutar, reír, incluso llorar.
¿Por qué nadie te enseñaba a manejarla? ¿Por qué era tan complicado? ¿Por qué cuando no estaba ella no te salían las palabras más sencillas de pronunciar, y junto a ella nada se te podía resistir?
Entonces, cuando ya no la esperaba, un día apareció. Iba caminando por la universidad, y vino a mí. Decidí que esta vez no sería como las otras. Me senté en aquel césped, cogí mi lápiz y esa pequeña libretita que siempre llevaba conmigo.
Y todo empezó de nuevo, las palabras salían sin más, sin pensar, directamente se dejaban caer sobre ese papel blanco que poco a poco se comenzaba a llenar de frases, de mis frases, de mis ideas. Con ellas conseguí hacer la historia tan deseada.
Pero, lo importante no era eso, lo importante es que ella había vuelto. Y entonces la entendí, o al menos todo lo que se podía llegar a comprender.
A la inspiración no hay que colocarle barreras, ni agobiarla cuando no aparece, la puedes llegar a buscar, pero no hay que impacientarse, cuando tenga que llegar, llegará. Y aunque sólo sea una palabra, una frase, un párrafo, un relato, una historia, una novela…sea lo que sea será algo que no olvidarás porque lo habrás hecho junto a ella. 



*Como sabes es Para ti preciosa, felicidades ^^

2 comentarios:

  1. oooh, oooh, qué bonito Ester!!
    madre mía, al principio pensaba que se trataba de una pareja y que "inspiración" era una chica que había dejado a su chico... XD (qué imaginación, madre! XD)
    pero es cierto, no hay que buscarla, viene ella sola... y cuando eso ocurra es mejor estar preparad@ para no dejar escapar inspiraciones, porque luego te puedes arrepentir de haberlas dejado escapar
    buen texto
    un besito ^^

    ResponderEliminar
  2. He estado esperando el momento oportuno para conseguir escribirte cuanto te mereces, pero tampoco estoy segura de ser capaz ahora...

    Me encantó este cuento que me escribiste, porque me ayudaste a comprender que no debo agobiarme ni debo forzar las cosas, que debo dejar que vengan solas y disfrutar de el tiempo de espera, que será dulce... Porque es como una historia de amor, el amor y el cariño que se establece entre una futura escritora (o escritora ya) y su inspiración, la compañera que debe guardarle fidelidad siempre para poder seguir con los sueños...

    Aún no te he agradecido lo suficiente ese pedazo de detalle que tuviste conmigo. ¿Detalle? No, fue un regalazo, porque este son el tipo de cosas que yo valoro, porque mucha gente puede felicitarte y desearte lo mejor, pero poca será capaz de currarse algo así... Y menos aún de forma tan sincera y con tanto amor...

    No quiero enrollarme mucho más, porque quiero guardarme algunas palabras para poder ir dosificándolas =)

    Recuerda siempre que te quiero mucho ^^

    ResponderEliminar