¿Corazón o mente?

-¿Cómo estás?- le preguntó preocupada mientras la miraba esperando una respuesta

Ella no respondió, cerro los ojos y los apretó con fuerza, mientras con su cabeza negaba, después pasó sus manos por  su cara, quizás intentando con ese gesto relajar sus ojos… y su corazón. Después se lanzó y abrazó a su amiga con fuerza.

No podía explicarle cómo se sentía. Sensaciones que cada persona las siente de distinta forma, sensaciones que si no se viven no se pueden comprender, sensaciones que si las has vivido cuando lees sobre ellas, puedes recordarlas pero ni aun así se consiguen tener con la misma intensidad que en el momento que las experimentaste, sensaciones que se hablan mucho de ellas, sensaciones que se cantan, sensaciones únicas…

-Por favor dime algo, cariño- le dijo de nuevo su amiga acariciándole la cara y levantándole la mirada

Cerro los ojos, y con ellos cerrados se recostó en el sofá después se dejo llevar por su memoria, para recordar cómo había sucedido.

*^* En el aire se notaba que la cosa no iba bien, y eso provoco que su estomago comenzará a ¿ampliarse? ¿Como era posible que sintiera como si su estomago fuera más grande? Quizás las mariposas, que se supone que había sentido un tiempo atrás, sabían lo que iba a suceder y por lo tanto querían salir de ahí, intentando aletear sus alas con fuerza.

Después comenzó a hablar como si nada. Pero ambos sabía que si que ocurría algo.

 -Dime qué es lo que vienes a decirme- se animó el chico a preguntar

  -No puedo decírtelo – ella miró hacia el cielo- Debo decírtelo- se dijo ella misma

 - Dímelo ya, me estás poniendo nervioso-

  - Sabes que me importas, pero me estás haciendo daño, será mejor que..- tenía miedo de pronunciarlo. Sabía que lo necesitaba, pero no podía aguantar más la sensación de sentirse utilizada, de sentirse como una más, cuando para ella, él era alguien especial.- …que.. que no nos veamos más y prefiero que tampoco hablemos- volvió a mirar hacia el cielo, quizás buscaba el apoyo de algún ser querido o simplemente mirando al cielo intentaba trasladarse a algún otro lugar y no estar ahí, separándose de esa persona que tanto quería. Lo volvió a mirar y pudo apreciar que él tampoco estaba bien, su primer impulso fue lanzarse y abrazarlo y decir entre llantos que había sido una tonteria decir eso y que no se iban a separar nunca. Pero pensó con la mente, le acarició la cara y se marchó

    

Conforme se iba distanciando, su estomago ya no estaba grande. Ahora era su corazón. Ahora había demasiado hueco. Sentía un vacío demasiado amplio en ella. Pensaba que su corazón de verdad se había roto, como en tatas canciones había oído. Llegó a su casa y se acostó, no podía dormir,  tenía un chico en su mente, imágenes que corrían por sus ojos, él sonriéndola, él picándola, él abrazándola, él besándola, él amándola, ÉL.

Al final el cansancio consiguió que aquella chica pudiera descansar un poco. A la mañana siguiente, nada más abrir sus ojos, se llevo una mano al corazón, éste todavía le decía que estaba vacío y que era por su culpa. Su mente la defendía, ella no era la culpable. Él se lo había buscado, él no la había valorado. Ella únicamente había pensado por ella, en q que sería mejor, al menos  a la larga. Pero su corazón latiendo con fuerza gritaba, que tenía un nudo ¿y ahora como se le iba a ir?

Su mente no tenía respuesta para eso. Por ello le aconsejó al menos dejar que pasará unos días y esperar. Esperar.

A lo largo de la mañana, escuchó la melodía de su móvil e indirectamente el estomago se volvió a hacer más amplio. Las mariposas querían ser notadas. Comenzó a leer, y con cada letra, su corazón pedía que por favor creyeras esas palabras, que confiarás en esa persona que te las enviaba. Pero su mente, como una gota de agua que cae con fuerza sobre el suelo para romperse en miles de gotitas, le dijo al corazón que ese chico se había dado cuenta ahora que la había perdido y que después volvería a convertirse de nuevo en como era. Volvería a hacerte daño.

El corazón era la mil gotitas, y sin embargo, seguía latiendo suplicando que ella le hiciera caso que está vez iba a ser diferente*^*

-No sé amiga estoy tan confundida, no sé que es lo que tengo que hacer- le pudo decir abriendo los ojos y pudiendo comprobar en ellos que se empezaban a llenar de lagrimas.

-Bueno, no te preocupes, hagas lo que hagas, yo siempre estaré aquí, no lo olvides- dijo abrazándola con fuerza.

Su corazón con ese abrazo dejó de gritar durante unos instantes, se seguía sintiendo vacío, pero al menos se sentía calido, protegido.

Su mente, respiraba más tranquila, ella misma no sabía si era o no correcto sus pensamientos. Pero quería ser fuerte como siempre lo había sido. Y con ese abrazo pudo relajarse por unos instantes…

¿Continuará?